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Cuando estás en un cibercafé manteniendo un chat con tu novio, ¿es algo público o privado? Cuando publicas algo en Facebook para que sea visto por solo por las personas que forman pare de tu red, ¿es algo privado o público? Cuando te sacas una foto con tu teléfono celular y la envías por MMS a una amiga/o, ¿se convierte en pública porque dejas de tener control sobre cómo la imagen puede seguir circulando? Cuando envías un correo electrónico usando un servicio webmail gratuito que almacena todos tus datos, ¿sigue siendo privado o ha sido privatizado por una corporación que aparece en la lista pública? Cuando tus padres o tu pareja insisten en leer todos tus mensajes SMS, ¿dejan de ser privados? Cuando una ex pareja te envía mensajes amenazantes o acosadores a tu cuenta personal, ¿son todavía un asunto privado entre dos personas?
La tecnologías digitales han vuelto borrosas algunas de las líneas que creemos dividen lo privado de lo público. Ya no se trata de espacios físicos, como solía entenderse antes, en los que la casa es ámbito privado y público es todo lo que pasa afuera. Esto no siempre era ventajoso para la mujer, sobre todo cuando quienes cometían violencia doméstica trataban de argumentar que lo que hacían en su casa con su esposa no era asunto del tribunal.
Pero con las plataformas online y sus características de red, a veces lo que damos por sentado como privado puede ser bastante público, como exploramos en la acción del Día 2 http://www.takebackthetech.net/take-action/2009/11/26-0. Esto es especialmente complejo cuando se trata de las relaciones que tienes con personas cercanas a ti, como tu amiga/o, tu pareja o miembros de la familia. Cuando envías un correo electrónico pensando que es privado, la otra persona puede pensar que está bien que lo reenvía a un grupo de amigas/os mutuos. Padres y pareja pueden sentir que tienen derecho a revisar tu teléfono o a hacer búsquedas aleatorias en la red para ver cuál ha sido últimamente tu actividad online. Cuando te sacas una foto con alguien y ambas/os tienen una copia digital, la otra persona puede pensar que le pertenece a ella/él tanto como te pertenece a ti, ¿y qué sucede cuando tú piensas que es privada pero ella/él creen que está bien publicarla en todos lados
Tú decides qué es público o privado. Marca el límite. Dalo a conocer.
1. Tarjetas Privado | Público
- Descarga e imprime las tarjetas Privado | Público (¡o has las tuyas!)
- Pega el lado blanco ("Público") y el rosa ("Privado") dorso contra dorso.
- En la parte superior de la tarjeta anota la plataforma de comunicación (correo-e, SMS, fotografías, blog, red social, etc)
- Decide cuándo pueden ser públicas y cuando son privadas.
- En el lado blanco de la tarjeta, donde dice "Público", escribe:
- ¿En qué situaciones es público? (p. ej. cuando en tu correo dices que no hay problema con reenviarlo)
- En el lado rosa de la tarjeta, donde dice “Privado”, escribe:
- ¿En qué situaciones es privado? (p. ej. cuando está dirigido sólo a la/él destinataria/o e incluye tus opiniones sobre otra persona)
- Entrega las tarjetas a personas con quienes te gustaría tener esta conversación. De esta manera comunicas con claridad a quienes te rodean cuáles son tus límites.
2. "Público | Privado" imágen en línea
- Inicia una conversación en tus espacios en internet acerca de lo que es público y lo que es privado
- Descargar imágen animado de "Público | Privado".
- O corta y pega este código directamente:
" width="145" height="83" border="0" alt="¿Público | Privado? Marca tu límite! Dominemos la tecnología" /> - Subirlo en tu entrada de blog, mensaje sobre tu estado en la red social donde participas, o en tu icono de mensajería instantánea.
- Platícalo. Defínalo. ¡Marca tu límite!
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