Hoy en día hay más de 30 millones de personas que viven con VIH. En todo el mundo, las mujeres constituyen la mitad de todos los infectados, y las cifras han ido aumentando en los últimos 10 años. Los y las jóvenes están cada vez más en riesgo ya que representan el 40% de todas las nuevas infecciones de adultos en 2009.
Las normas y el estigma de género actúan como factores clave que explican el crecimiento de esta pandemia. Esto incluye la idea de que los hombres tienen control sobre la vida y los cuerpos de las mujeres, lo que deja a mujeres y niñas con menos poder para negociar las relaciones sexuales, el uso de preservativos masculinos o femeninos y prácticas sexuales más seguras. La misma diferencia que sustenta la violencia contra las mujeres pone a niñas y mujeres en mayor riesgo de transmisión. La desigualdad económica también significa que las mujeres tienen menos recursos para acceder al tratamiento y tomar medidas preventivas.
El acceso a la información es clave en la lucha por la erradicación del VIH y el SIDA. Desde la educación para mejorar las oportunidades de progreso económico, hasta acceder a apoyos y recursos cruciales para enfrentar la violencia, el acceso a información pertinente y precisa juega un papel importante en los esfuerzos para erradicar el VIH y el SIDA.
Sin embargo, el discurso de la vergüenza y la moral que rodea a la sexualidad a menudo significa que la información disponible sobre salud sexual y sexualidad es limitada, insuficiente y sesgada según los intereses y perspectivas de los que ostentan el poder. Muchos países siguen evitando la educación sexual integral en las escuelas, incluyendo un enfoque relativo a la igualdad de género, el respeto mutuo dentro la pareja y discusiones francas y sin prejuicios sobre sexo y sexualidad. A menudo la salud sexual y reproductiva de las mujeres es objeto de censura y regulación por parte del Estado hacia las comunidades y las familias.
Con la creciente disponibilidad de acceso, internet se ha convertido en un importante espacio para que la gente acceda a la información proveniente de múltiples fuentes y perspectivas. Su capacidad de mantener el anonimato también permite a las personas buscar e intercambiar información y opiniones sobre sexo y sexualidad en privado, con menos temor a ser juzgadas.
Sin embargo, internet tampoco es inmune frente a las estructuras de poder que afectan a todos los demás aspectos de la vida. Cada vez más países de todo el mundo han empezado a regular y censurar las clases de información disponible y las prácticas que se pueden llevar a cabo en línea. Esto incluye las medidas adoptadas por los gobiernos e instituciones tales como los medios de comunicación y los organismos religiosos, así como las multinacionales como Google y Yahoo! que controlan muchas de las plataformas en las que confiamos para nuestras actividades en línea. Frecuentemente, el control y la regulación de la información y la expresión en torno al sexo y la sexualidad es el primer paso significativo en este proceso.
¿Por dónde empiezas tu búsqueda de información? ¿En quién confías como tu puerta de entrada principal a la abundancia y diversidad de información y perspectivas disponibles? ¿Cómo se regula lo que puedes o no puedes acceder en línea?
¡Defiende tu derecho a la información! Busca, explora y cuestiona la forma en que los buscadores de internet restringen o dirigen la información a la que tú accedes. Hazla visible y exige la rendición de cuentas. ¡Dominemos la tecnología!
1. Busca
- Abre tu motor de búsqueda habitual.
- Realiza búsquedas partiendo de una lista de palabras y preguntas en torno al sexo y la sexualidad. Por ejemplo, “flujo vaginal”, “aborto seguro”, “sitios de lesbianas”, “placer del clítoris”, “ano”, etc.
- ¿Cómo se comporta el motor de búsqueda?
- Google, por ejemplo, tiene una lista de palabras que automáticamente quedan excluidas de su función de “búsqueda instantánea”. Esta función despliega automáticamente una lista de sugerencias a medida que escribes tu consulta. Pero cuando se trata de muchos términos relacionados con el sexo o la sexualidad, permanece en blanco, la tan útil sugerencia automática no aparece. Main 2006, una revista de hackers, comenzó a compilar una “lista negra” de palabras (en inglés) con la ayuda de sus lectores. Por ejemplo, “bisexual”, “clítoris”, “dominatriz”, “sexo oral”, “Kama Sutra”, “semen”, “sexo”, “transexual”, “vagina”... y la lista continúa.
2. Compara
- Entra en otro motor de búsqueda y haz una búsqueda similar.
- Abandona los motores de búsqueda populares y prueba algunos de los menos conocidos como blekko, yandex, collecta, chacha o busca uno que esté disponible en tu país.
- ¿Cuáles son los tres primeros resultados que obtuviste? ¿Cómo difieren entre sí, según el motor de búsqueda empleado?
- ¿Hubo palabras clave que devolvieron pocos o ningún resultados, o cuyos resultados no coincidieron para nada con lo que estabas buscando?
- ¿Encontraste algún sitio de la primera página de resultados al que no se pueda acceder?
- Si no puedes acceder a una página, quizás se deba a que tu gobierno o tu proveedor de servicios de internet (PSI) decidieron bloquearla. Dependiendo de la política vigente, te redirigirán a una página que te dirá explícitamente que el sitio fue bloqueado, o podrían llevarte a una página que parezca un error de conexión con el servidor de mensajes.
3. Pregunta y evalúa
- ¿Qué te dicen las diferencias entre los resultados de búsqueda acerca del enfoque adoptado por la empresa a cargo de los motores de búsqueda en referencia a las normas de género y la sexualidad? Por ejemplo, ¿se equipara sexo con daño? ¿Se ven a sí mismos como “protectores” de las mujeres y los/as niños/as? ¿Respetan el derecho de los/as usuarios/as a la información y su capacidad para tomar decisiones sobre lo que quieren o no quieren acceder?
- Del mismo modo, ¿qué te dicen las páginas bloqueadas sobre el enfoque de tu gobierno o PSI?
- ¿Cómo crees que esto afecta tu derecho a acceder a la información que necesitas?
- ¿Cómo afecta al ejercicio de tus derechos sexuales?
4. ¡Haz visible lo invisible!
- Haz una impresión de pantalla con los resultados de tu búsqueda o la página bloqueada
- Sube los resultados a este sitio:
- Crea una cuenta
- Regístrate
- Ve a: http://www.takebackthetech.net/node/add/image
- En la sección “galería”, selecciona “PrintScreen”
- En la sección “referencia acción cotidiana”, selecciona la acción de hoy
- Sube tus imprime-pantallas
- En la descripción, introduce la fecha y el lugar (país). Escribe tu evaluación o tus ideas en torno a tu experiencia de búsqueda, y cómo crees que eso afecta tu derecho a la información y el ejercicio de tus derechos sexuales.
- O déjalo como un comentario en esta página.
- Si utilizas Twitter, comparte tu experiencia en Twitpic
5. Exige la rendición de cuentas
- Frecuentemente, las empresas que manejan los motores de búsqueda tienen cuentas de Twitter, direcciones de email y otros canales para recibir comentarios de los/as usuarios/as. Muchos gobiernos y PSI también tienen canales de comunicación similares. Búscalos en “Contacto”, “Acerca de” o “Comentarios”. Por ejemplo, la cuenta de Twitter de Google que analiza las políticas públicas es @googlepubpolicy, y puedes seguir y conversar con ChaCha en su cuenta de Twitter @ChaCha.
- Envíales un tuit o un email y pregúntales cuáles son las razones de su enfoque. Comparte tu email en ideas@takebackthetech.net, deja un comentario en esta página, o ingresa el hashtag #takebackthetech en tu tuit.
¡Participa en la definición de tu espacio de información pública! Explora, evalúa y cuestiona. Monitorea a los servicios que controlan tus puntos de entrada y exige transparencia y rendición de cuentas sobre la forma en que se toman las decisiones en torno a contenidos relacionados con la sexualidad. La información y el conocimiento son fundamentales para el empoderamiento y para nuestra capacidad de tomar decisiones sobre nuestras vidas y cuerpos. ¡Defiende nuestro derecho a la libertad de información!
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